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miércoles, 30 de septiembre de 2009

Nueva vida


Baje las escaleras al enorme salon.




Todos me miraban, les sonrei y salude amablemente, como hacen las princesas.




Un chico de ojos muy bonitos y con un traje muy elegante se acerco a mi y me tendio su mano.




-¿Bailamos, princesa?




Mire de reojo a mi madre, ésta asintio. Parece que aprobaba a este chico.




-Seria un honor-le respondi.




Me tomo de la mano y nos pusimos a bailar una cancion lenta.




Mientras bailabamos me dijo en voz baja:




-Mi nombre es William.




-Es un placer.




-El placer es todo mio. Nunca crei que la conoceria por fin en persona.




Si habia algo que detestaba era que me hablaban con el usted. Todos decian que era lo apropiado para una princesa, que era por respeto. Pero a mi no me gustaba.




Le sonrei amable y timidamente.




Luego de que termino la cacnion, William y yo nos sentamos y nos pusimos a hablar. Teniamos tanto en comun. Él parecia ser el hombre con el que siempre habia soñado, el indicado.




De repente se escucharon gritos de terror. Se escucho un disparo y la musica se detuvo.




Todos se dieron la vuelta para ver que habia pasado.




Muchos hombres encapuchados habian entrado por la fuerza al palacio. Tenian armas y mataban a todo el que se interpusiera en su camino.




-Vienen por usted-me dijo William, alarmado.




Mi felicidad se desvanecio de repente.




-Pero, ¿por que?-pregunte, asustada, mientras buscaba a mi madre con la vista. Pero no podia encontrarla.




William no me dio tiempo a decir nada mas, porque me tomo de la mano y salimos del palacio.




-William, ¿que es lo que pasa?-le pregunte alarmada.




-No hay tiempo, corre.




Me subio a un helicoptero, pero él se quedo abajo.




-William...




-Shh. No tenemos mas tiempo. Hacele caso a la chica que esta ahi dentro. Ella te lo explicara todo-me dijo.




-¿Pero que hay de mi madre?




-Yo la protegere, no te preocupes.




Y esas fueron las ultimas palabras que oi de William, mi principe, el indicado...




Se me escapo una lagrima mientras el helicoptero despegaba y yo me alejaba de William, mi madre, mi reino...




Una chica se me acerco, seguro era a la que William se referia.




Tenia el cabello castaño y parecia tener mi misma edad.




-Hola, princesa-me saludo.




No le respondi, estaba aterrada.




-Mi nombre es Kate, mi trabajo es protejerla. William protejar a su madre, no tiene por que preocuparse, es un experto-me dijo.






-¿Experto?-pregunte, confundida.






-Si, es su trabajo-me explico.






-¿Que no era un principe?






-No. Él solo dijo eso para poder entrar al baile y asi sacarla lo mas rapido posible en caso de que vinieran por usted-me explico-su deber era sacarla de ahi y protejer a su madre. La primera parte ya esta hecha-continuo.






-Pero...no es un principe...






Me senti muy mal. William no era un principe. Solo estaba conmigo para cumplir con su trabajo. Despues de todo, él no era el indicado.






-No. Escuche, princesa. Pongase esta ropa y deshagase el rodete-me dijo.






Obedeci. Me deshice el rodete y me puse unos vaqueros, una camiseta blanca y unos tenis que habian en un costado.






Me lave la cara y me saque todo el maquillaje.






-Exelente-exclamo Kate.






-No entiendo nada, ¿a donde vamos?-le pregunte.






-Querra decir, adonde irA. En unas horas usted bajara del helicoptero e ira a casa de mi prima, Jessica. Ella no sabe nada sobre mi trabajo, ya que es total y completamente secreto. Yo solo transporto a las princesas a su destino. De ahora en mas vivira en casa de Jessica, en Nueva York, hasta que las cosas se calmen es su pais. Ella le prestara ropa y todo lo que necesite. Ira al mismo instituto que ella. Recuerde, debe actuar como una adolescente normal de 17 años, y no como una princesa. Y de ahora en mas no se hara llamar Samantha o princesa Samantha; la llamaran Sam-me explico.






No pude decir nada mas.






Luego de varias horas llegamos a Nueva York. Me baje del helicoptero.






-Suerte-me deseo Kate, y cato seguido, el helicoptero despego.






Pregunte por la direccion de la casa de la tal Jessica, la prima de Kate.






-Hola, vos debes ser la amiga de Kate-me dijo una chica de cabello castaño claro, con ondas. Llevaba puestos unos gastados vaqueros y una remera manchada.






Eso me sorprendio. Era la primera persona que me hablaba con el "vos" desde el dia en que naci.






-Si, se trata de mi.






-Kate me dijo que vas a mudarte temoralmente a York y que no vas a tener en donde quedarte.






Asenti. Asi que esa era la historia falsa que debia decirle a los demas.






-Ok, podes quedarte en mi casa. Se nota que sos inglesa-señalo.






-¿Perdon?






-Mi prima me dijo que eras inglesa y algo femenina y refinada. Se nota que no sos de aca-me dijo.






Le dedique una sonrisa forzada. Me hizo una señal de que entrara a su casa.






-Con perniso-dije antes de entrar.






Jessica me miro raro.






Me señalo un sofa.






-Ahi deja tus cosas-me dijo.






-¿Voy a dormir en un sofa?-pregunte, incredula.






-Ay, si que sos fina. Si, vas a dormir en el sofa princesita.






Puse cara de terror. ¿A caso Jessica sabia que era una princesa?




-¿Disculpa?




-Es una expresion-dijo tras un suspiro.




-Ah.




-Podes decirme Jess-me dijo.




-Preferiria llamarte Jessica. Pero podes decirme Sam-le dije, al recordar las instruciones de Kate.




Esto iba a ser muy duro, y extraño.

La gran noche


Mi nombre es Samantha. Tengo 17 años. Soy la princesa de un pequeño reino llamado Destiny Land. Mi padre murio cuando yo era muy pequeña.
Cuando cumpla los 18 años, me van a coronar reina. Pero antes debo ir a un baile al que asistiran muchos principes; tendre que bailar ocn cada uno de ellos y elegir a uno para que sea mi futuro esposo y rey de Destiny Land. El principe escogido debe ser aprobado por mi madre, claro.
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Hoy era el dia: esta noche iba a ser el gran baile.
Estaba en mi habitacion, en el palacio.
-Estoy tan ansiosa por el baile-me dijo mi madre, mientras me arreglaba el cabello en en rodete.
-Pero madre, no quiero casrme por obligacion, sino por amor-me queje.
Mi madre se puso seria de repente.
-Es tu obligacion como princesa y futura reina de Destiny Land-me dijo.
-Pero yo sueño con encontrar al hombre de mis sueños y casarme. Pero deseo que sea el indicado, no un desconocido al que nisiquiera se si amo en verdad-le dije.
Mi madre me puso mala cara.
-Samantha, entende que no sos una princesa de un cuento de hadas, sos una real. En la vida real no se encuntra el verdadero amor, solo se hace lo corecto. Que en tu caso, es ser la mejor reina que este lugar tuvo jamas-me dijo.
Asenti. Me gustara o no, mi madre tenia razon. No podia defraudar a mi pueblo solo por mis necesidades egoistas de ser feliz. Tenia que hacer lo correcto. Tenia que hacer lo mejor para mi reino.
Me puse el hermoso vestido que mi modista habia hecho exclusivamente oara este baile tan importante.
Mi madre dio unos retoques mas al peinado y el maquilllaje.
Me puse los tacones altos, practique mi mejor sonrisa en el espejo y beje las escaleras.
Miles de ojos se clavaron en mi.